lunes, 28 de mayo de 2012

El futuro de los discos duros y el almacenamiento de consumo


La compra, aún no finalizada, de LaCie por parte de Seagate es un paso más en la concentración que se está realizando en el mercado del almacenamiento. LaCie nunca ha sido un fabricante de discos duros y su compra reduce aún más a las empresas que ofrecen almacenamiento a los diferentes mercados: desde el mercado de consumo al mercado profesional.
Lo que si es un hecho es que fabricantes, como tales, solo quedan 3: Seagate, Western Digital y en menor medida, Toshiba con una posible participación en el negocio de Western Digital tras la compra de Hitachi por esta empresa.
Lo que resulta evidente es que se está polarizando alrededor de estas dos empresas toda la fabricación de discos duros del mundo, y una falta de competencia es intrínsecamente malo para todos los segmentos que utilizan almacenamiento de todo tipo.
El despertar de los discos SSD tampoco es una especial buena noticia para estos dos fabricantes, ya que mientras es necesario un gran trabajo en desarrollo y tecnología para competir en el mercado de los discos duros mecánicos dominados por ambos, en el segmento del SSD prácticamente cualquier empresa con cierto bagaje tecnológico puede entrar a competir, ya sea con un dispositivo ODM (Original Design Manufacturer) o con una versión especial de uno de estos diseños.
Sin embargo, el SSD, con sus excelentes prestaciones al respecto de consumo y velocidad, está lejos de ofrecer una gran capacidad de almacenamiento, muy lejos ( y todavía por muchos años) de las capacidades de los discos duros tradicionales, que rondan ahora los 4 TB. Pero esa diferencia de capacidad de almacenamiento es una característica que está dejando de contar en la balanza de decisión del usuario de consumo, principalmente porque busca esas dos características y deja el almacenamiento masivo a arquitecturas Cloud o en todo caso a soluciones alternativas que comparte con varios dispositivos (Discos duros externos, NAS, servidores …). El problema para los fabricantes de discos duros tradicionales es que antes, donde siempre había un disco duro de sus marcas ahora no lo hay. Y aunque esta canibalización del mercado era pequeña hasta ahora, el precio del GB en almacenamiento SSD comienza a ser lo suficientemente asequible como para desplazarlos del mercado.
Ambos dos fabricantes no se han quedado parados, por supuesto, y han seguido trabajando en tecnologías que les permitan crecer en la única característica diferencial que les queda frente al SSD: el volumen de almacenamiento mientras buscan otros modelos de negocio alternativos con los que diversificar las ganancias (y también, asumir nuevas pérdidas) como es el caso de Western Digital con sus set-top-box.
El desastre medioambiental ocurrido en Tailandia tampoco ha ayudado a ambas empresas a luchar contra el SSD: la interrupción durante algunos meses de sus líneas de fabricación (especialmente para Western Digital, que aún lucha por restablecer a pleno funcionamiento sus dos factorías en ese país) aún ha dado más alas a los SSD.
Sin embargo, se está trabajando de forma muy dura para que el disco duro tradicional no muera devorado por miles de pequeñas pirañas SSD y este trabajo se está realizando en dos líneas: una de ellas, el consumo, con lo que será la siguiente generación de discos híbridos que es factible que veamos a lo largo de esta década en todos los ordenadores.
Los discos duros híbridos están compuestos por un SSD y un disco duro tradicional. Como el almacenamiento por plato ha aumentado considerablemente a lo largo de los últimos años es factible, como ha demostrado Seagate con el Momentus XT, este tipo de tecnologías.
Básicamente los discos duros híbridos usan su parte SSD como una "súper caché": La unidad Momentus XT selecciona los datos utilizados con frecuencia y cuya recopilación requiere mucho tiempo, los copia en la memoria flash y mantiene la relevancia. Eso permite que las operaciones del día a día se ejecuten desde un disco SSD mientras que los datos menos utilizados o que requieren mucho más espacio pasen al disco duro tradicional. El Momentus XT viene en una capacidad de 750 GB, el estándar ahora mismo para la inclusión en un ordenador.

VEAN EL SIGUIENTE VIDEO:

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=rJ-9eOQnzTQ

En el vídeo que Seagate utiliza para mostrar las bondades de su sistema híbrido se muestra como trabajan tres discos a 5.400 rpm, SSD y su unidad una frente a otra. Aunque es incomprensible que no se haya utilizado una unidad de 7.200 rpm, lo que si está claro es que el disco duro híbrido se aprovecha de la velocidad del SSD para cargar los archivos más pequeños, mientras que la carga de archivos más grandes se confían al disco duro tradicional, que es más rápido que las unidades SSD en la lectura de grandes bloques de información especialmente de forma secuencial y tiene una mayor tolerancia entre fallos a lo largo del tiempo.
Este "formato" de discos podría encontrar su nicho de mercado a lo largo de los próximos años y de hecho, Toshiba piensa lanzar una unidad similar este próximo septiembre, aunque se desconchen los datos técnicos que tendrá. Su mecánica seguirá los pasos del disco de Seagate y aprovechará las mismas ventajas: velocidad, una mayor capacidad de almacenamiento, un precio por GB más económico que el del SSD y quizás un mejor precio ya que Toshiba si puede fabricar su propia memoria Flash mientras que Seagate debe comprarla.
Mientras, se está trabajando el aumentar la capacidad de almacenamiento con vistas a suministrar a las nuevas iniciativas "Cloud" de mayores capacidades de almacenamiento en una única unidad, reduciendo el consumo y el espacio. Esas nuevas tecnologías llegarán, por supuesto, también al mercado de consumo en diferentes formas y maneras conforme vayan siendo asequibles para el usuario de la calle, pero podemos hablar de que hacia 2016 será factible hablar de discos duros de 60 TB.
Este significativo aumento del almacenamiento aparentemente estará liderado de momento por Seagate con HAMR (heat-assisted magnetic recording), una tecnología patentada en 2006 que permitiría a esta empresa construir para esa fecha discos duros para portátiles con capacidades entre los 10 y los 20 TB mientras que los discos duros de 3,5 pulgadas crecerían hasta los bastante impresionantes 60 TB.
Esta tecnología está basada en una lubricación vía nanotubos que permitiría a los cabezales de lectura/escritura mantenerse más cerca de los platos. Esta tecnología va a ir desarrollándose a lo largo de estos años mientras la actual PMR va alcanzando los límites de su capacidad. De momento Seagate está siendo capaz de fabricar discos duros con platos capaces de almacenar hasta 1 TB, lo que implica que los discos híbridos para Ultrabooks podrán jugar en la liga del TB ofreciendo capacidad y velocidad a lo largo de los próximos meses (y quizás los veamos en los nuevos MacBook Pro/Air).
Mientras, Western Digital no ha abierto la boca acerca de las nuevas tecnologías que piensa implementar para el resto de la década. Bien situada hasta ahora en las intenciones de compra de los usuarios de consumo, ahora mantiene una titánica lucha por recuperar su capacidad de producción: una vez vuelva a poner en marcha sus factorías, posiblemente se volverá contra Seagate para tratar de impedir que su más directo competidor llene con sus productos ciertos nichos que serán clave durante el resto de la década. Podemos esperar noticias importantes de WD en el medio plazo (sus propias soluciones híbridas, almacenamientos masivos, etc …) aunque de momento está en silencio.
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