viernes, 4 de noviembre de 2011

Apple sigue pensando en la tarjeta SIM virtual, todos queremos más


Apple cree que el futuro está en los teléfonos con la tarjeta SIM integrada, que puedan configurarse para cada operador sin necesidad de que haya bandejas extraíbles, pequeñas piezas de cartón que contienen datos cruciales y complejas peleas negociaciones del cliente con las operadoras. Si alguien no ve que el tráfico de minutos y datos está en la situación ideal que le gusta a Apple para provocar una disrrupción, es que tiene que mirar otra vez, ahora con más atención.
Ya hemos sostenido que la SIM integrada es el paso previo y necesario para que Apple se convierta en el primer operador virtual (OMV) global, comprando minutos al mejor postor y haciendo que el teléfono automáticamente -estés en el país que estés- utilice siempre una tarifa local (de voz y de datos, por supuesto). Adiós al roaming, adiós a las facturas con varias tarifas dentro de un mismo periodo, adiós a proveedores hostiles, hola facturación a través de iTunes.
Apple ha construido una relación de confianza con sus clientes a través de iTunes, con un esquema de precios sencillo, una forma comprensible de consultar el historial, y la compra con un clic. Primero música, luego películas, programas de televisión, libros, software… Las operadoras de telefonía, como tantos otros oligopolios en nuestra sociedad, están trabajando a conciencia para que el día que haya una alternativa que ponga al usuario primero les demos la espalda sin remordimientos.


Apple lo sabe. Tiene que negociar cada año con diferentes operadoras en cada vez más países. Esto hace que cada vez tenga que emplear más gente en conseguir acuerdos simplemente para que los usuarios de Apple puedan hacer llamadas. Si Apple resuelve el problema eliminando las operadoras de la ecuación, no sólo toda su operación se simplificaría sino que los usuarios quedarían satisfechos percibiendo el beneficio de que Apple les ofrezca una tarificación sencilla de paquetes de voz y datos y una relación amigable donde no hay navajazos por la espalda.
Para poder llegar a esta situación ideal, se tienen que dar dos factores: el primero, que no sea necesaria una tarjeta de operador para poder utilizar el teléfono. El segundo, que Apple tenga una cifra de consumo de minutos mundial suficiente como para que nadie quiera quedarse fuera del circuito "iPhone".
1) Si en España, por poner un ejemplo, hay diez operadores de telefonía móvil (me da igual si son veinte o treinta) y al encender el teléfono un configurador te guía según tus necesidades para que elijas el contrato que deseas, de manera que el alta, etc. lo gestione Apple con el operador, ya no será necesario aplicar el microscopio a las tarifas de cada marca para ver qué esconde y qué muestra. Apple nos ofrecerá las mejores opciones y autoconfigurará el teléfono. Por supuesto, todos los OMV estarán encantados de participar, aunque sea pagando el "impuesto" Apple por estar dentro de su sistema, mientras que las grandes operadoras se resistirán a permitir que los clientes no tengan que usar sus sistemas de CRM, sus múltiples puntos de venta o sus ofertas puntuales.
Las operadoras de telefonía con los smartphones están en la misma situación que las discográficas con la llegada de internet.
2) Si Apple consigue una masa crítica de minutos a nivel mundial (algo que no cabe duda acabará consiguiendo), dejar de gestionar país a país los operadores para convertirse en un broker de minutos, supondrá que muchas operadoras que tienen su ancho de banda desaprovechado se lanzarán a conseguir esa cuenta que les puede suponer una rentabilidad suprema. Ya nunca más Movistar u Orange, Vodafone, o T-Mobile, o ATT. Operador: Apple. Y el teléfono cambiará de operador en cada momento para aprovechar el que mejor cobertura le de en cada ubicación. El usuario pagará a Apple cada mes su cuota por el paquete elegido (voz y datos) y no tendrá que preocuparse por nada más. Cada mes iTunes le enviará su factura, que se cargará directamente a la tarjeta de crédito. La economía de escala de Apple aplicada con el máximo rigor pensando en vender más teléfonos, no en exprimir al usuario sangrándole en cada SMS, MMS, llamadas, datos, etc.
Como tantos antes que ellas, las operadoras creen que nada va a cambiar y no se dan cuenta de cómo avanza la marea, hasta que el agua les llegue al cuello. Cuando lleguen a esa situación, gritarán porque no saben nadar.
Apple va dando los pasos uno detrás de otro, sin prisas y sin ponerse nerviosos (no es necesario ser borde, Jobs dixit). Sigue trabajando sabiendo en qué dirección caminan, y al mismo tiempo ocultando sus cartas en una maniobra envolvente que tan buen resultado les ha dado en otros campos. Han solicitado una patente para fabricar un teléfono móvil sin SIM, y la justificación parece clara e inofensiva:
Puede que no siempre sea deseable necesitar utilizar tarjetas SIM. Por ejemplo, la necesidad de incluir una tarjeta SIM en los dispositivos tiende a hacer que éstos sean más complejos y que cuesten más. También requiere gestión de stock de tarjetas SIM y distribución por parte del fabricante y del proveedor del servicio. Un usuario puede querer comprar servicios inalámbricos incluso cuando no le sea fácil obtener una tarjeta SIM. Sería, por lo tanto, deseable poder mejorar las formas en que se ofrece a los usuarios la capacidad de comprar y utilizar servicios de red inalámbrica.
Perfectamente razonable e inofensivo: todo el mundo gana. Los usuarios tienen dispositivos más pequeños y baratos. Los operadores ya no tendrán que enviar stock de SIMs (que pueden venderse o no) a todos y cada uno de los miles de puntos de venta que tienen. Apple ahorra en costes y simplifica la fabricación. ¿Quién podría negarse?
La idea de Apple de convertirse en Operador Móvil Virtual viene desde antiguo. Ya en 2006 Apple solicitó una patente (con Tony Fadell -(iPod) como autor) para un dispositivo móvil capaz de configurarse automáticamente y recibir ofertas de los operadores para que el usuario elija cuál desea.
El 3 de Junio de este mismo año, nos hacíamos eco de que Apple había solicitado una ampliación de esa patente (Apple sigue dándole vueltas a la idea de convertirse en operador virtual global (MVNO)) y ahora Apple remata la jugada con una nueva patente para fabricar un teléfono sin SIM (algo que ya se rumoreó en 2010 y al que las grandes operadoras europeas respondieron rápidamente avisando de un boicot a Apple si ésta las dejaba fuera de la captación de clientes).



n esta patente, la arquitectura que propone Apple para los SIMs (Subscriber Identity Module) virtuales incluyen un Elemento de Seguridad embebido (es decir, no es una tarjeta removible) y un router NFC (Near Field Communication). Además, la patente se refiere a que podría presentarse en todo tipo de dispositivos: móviles, ordenadores sobre la mesa (distinción sutil entre ordenador de sobremesa y todo dispositivo de computación que se coloque sobre una mesa), portátiles o cualquier otro tipo de ordenador adecuado para ese
Pero las operadoras se quedarán mirando el dedo de Apple mientras ésta sigue señalando hacia la luna.

Fuente: Imagen de Mobile-Virtual-Netowork
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